Transportes 68
Transportes 68
Diseño de identidad para línea de colectivos de Bs.As
Diseño de identidad para línea de colectivos de Bs.As
Diseño de marca, diseño de gráfica vehicular y manual de producción. Desarrollo de sistema de identidad y señalización.
Cliente: Transportes 68 Ubicación: Buenos Aires, Argentina Año: 2006 / 2015
Las empresas de transporte colectivo en Buenos Aires tienen una particularidad, están conformadas por muchos socios que generalmente son familias dueñas de las unidades. En el caso de la Linea 68 algunos tienen mas coches y otros menos pero todos tienen un sentido de pertenencia único por su empresa y por sus colores que comparten con los usuarios (por momentos tiene gran similitud con los hinchas de fútbol). No existe un solo dueño si no que son muchos los que deciden y todos son escuchados en asambleas.
Los directivos sentían que la renovación de las unidades que se hacían todos los años no se percibía por parte de los pasajeros y que querían «modernizar» el esquema de pintura para que se perciba en la calle la gran inversión que realizaban año a año. El desafío era convencerlos que el cambio no debía ser solamente estético.
Estábamos convencidos que había que hacer una estrategia de identidad integral que incluya no solo el diseño de la gráfica de los colectivos si no que también había que diseñar un isologotipo y desarrollar los distintos elementos de comunicación. Hasta ese momento cada nueva unidad se pintaba de acuerdo al gusto del dueño y el desafío no solo fue lograr convencerlos de la necesidad del cambio si no que también tenía que ser un diseño que se pueda adaptar a las diferentes carrocerías, que se vieran todos los coches iguales y que ahorre el gasto de producción y mas que nada de reparación.
Cuando una unidad se raya o tiene algún choque tiene que repararse de inmediato y el tiempo que está parada en el taller deja de producir, repercute en la frecuencia del servicio y sobre todo en la recaudación. La solución de utilizar módulos de vinilo autoadhesivo en lugar de pintura redujo en gran medida los tiempos y mas que nada en los costos. La separación entre cada módulo tenía el ancho de una cinta de enmascarar estándar lo que le brindaba mayor rapidez y eficacia a la colocación. Este fue un gran argumento para salir del «me gusta o no me gusta» para pasar al «funciona o no funciona»… y realmente funcionó muy bien.
Fue algo que no se había hecho nunca antes en la industria y había que educar a los proveedores. Cada carrocera contaba con su propio equipo de trabajadores y por eso se necesitó desarrollar un manual de producción donde cada elemento que componía la identidad estaba claramente detallado con las medidas y procedimientos para la colocación. Se convirtió en una herramienta indispensable para la homogeneización visual de la línea, un proceso que llevó 2 años hasta completar la totalidad de las unidades con el nuevo diseño.
© Fotografías: Barcex – Fundamental Diseño
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